Las creencias limitantes son todos los pensamientos que formamos sobre nosotros mismos, y en lugar de expandirse cuando tratamos de funcionar libremente, se encogen y nos condicionan.
Nuestras creencias limitantes a menudo no son fáciles de detectar, más a menudo síntomas o dolencias. El primer paso es comenzar a observar los comportamientos que nos mantienen estancados en nuestra zona de confort o pasivos.
Piensa en aquellos tiempos, en vez de tomar acción en temas importantes, no hacías nada por miedo al rechazo o al ridículo. En la superficie, este comportamiento podría considerarse tímido o retraído. Detrás de este proceso, debe haber una creencia limitante que te impide actuar, aunque sea lo que necesitas. Las creencias limitantes se sienten tan reales que ni siquiera las desafiamos.
Desafortunadamente, nos identificamos tanto con ellos que comienzan a definirnos.
Así vamos por la vida convencidos de que no somos capaces de hacer esto o aquello, y que aún estamos condicionados a hacer lo que nos resulta más familiar, cómodo o seguro.
Auto sabotaje
Lo doloroso de las creencias limitantes no es solo que impiden nuestro crecimiento, sino que a menudo las compensamos limitando aún más nuestro comportamiento.
¿Cómo detectar nuestras creencias limitantes? De dónde eres
Presta atención a las historias que te cuentas a ti mismo y cómo lo haces. Este tipo de creencias a menudo se expresan en formas negativas, como “No soy bueno en matemáticas”, y por lo tanto son más fáciles de detectar. Sin embargo, hay otros que tienen connotaciones negativas pero expresan positivas, como “Soy socialmente torpe”.
Desde la experiencia, lo que más se puede enfatizar es que la mayoría de las creencias tienen sus raíces en dos miedos primarios:
- No soy lo suficientemente bueno.
- No les gustaré.
Ejemplos de creencias limitantes:
Creemos que somos defectuosos. ejemplo:
- “El tren del amor ha pasado por mí”
- “No soy guapo/inteligente/popular/lo suficientemente bueno”
- “No tengo impulso/fuerza/confianza”
- “No tengo carisma”
- “Soy demasiado viejo/demasiado joven para…”
¿Qué puedes hacer cuando te encuentras atrapado en tus propias creencias limitantes?
- Escribe, registra o dibuja todo lo que hiciste o dejaste de hacer sobre el tema que te frustraba, paralizaba o abrumaba.
- Escribe por qué actuaste o dejaste de actuar y qué causó tu conflicto interior. No lo edites, déjate fluir.
- Detente, siéntate y cuestiona la veracidad de lo que has escrito, grabado o dibujado. El hecho de que sientas que algo es verdad no significa que sea verdad.
- Pregúntate honestamente si estas creencias realmente le impiden exponerse, probar o sentir emociones desafiantes. ¿Funcionó esto para ti?
- Recuerda, no somos víctimas. Ser un adulto viene con la responsabilidad de la acción. Desafía tu resistencia y sal de tu zona de confort.
- Reformula lo que te dice a ti mismo. Por ejemplo, el hecho de que sea malo en hockey o tenis no significa que sea malo en ninguno de los dos. A lo largo de los años, he practicado yoga, danza, senderismo y ciclismo con soltura.
- Habla de esto con un profesional y pídele que te ayude a identificar la causa raíz de lo que le está pasando, cuestione y adopte una mentalidad de empoderamiento.
Equipo Psiquiatras Online