La ciencia médica históricamente ha asumido que los hombres son la referencia universal, lo que ha llevado a un sesgo de género en el sector de la salud. Investigaciones muestran que las mujeres suelen ser diagnosticadas más tarde que los hombres en numerosas enfermedades, con un retraso promedio de varios años en el diagnóstico de condiciones como el cáncer y enfermedades metabólicas. La endocrina Carme Valls-Llobet destaca en su libro ‘Mujeres invisibles’ que existe un sesgo inconsciente en los profesionales de la salud que puede llevar a la subdiagnóstico de enfermedades en mujeres y a medicalizar procesos naturales como la menopausia. Este sesgo se origina en una ciencia médica que desde su inicio no ha considerado las diferencias biológicas entre géneros.
¿Por qué estas diferencias?
El sexo humano va más allá de lo genital, involucrando aspectos genéticos, cerebrales, hormonales y funcionales. Esto se refleja en diferencias en el genoma, cerebro, hormonas, distribución de grasa y función del hígado, lo que puede llevar a variaciones en el metabolismo de los fármacos, por ejemplo.
A pesar de estas diferencias, los ensayos clínicos históricamente se han centrado en hombres y animales macho, excluyendo a las mujeres en edad fértil hasta la década de 1990. La participación de mujeres en investigaciones, especialmente sobre riesgo cardiovascular, comenzó a aumentar en la década de los noventa.
Han transcurrido tres décadas desde los inicios de la integración de la perspectiva de género en la ciencia, sin embargo, todavía queda un extenso camino por recorrer en este sentido. A lo largo de este periodo, se han logrado avances notables en la investigación, particularmente en lo que concierne al riesgo cardiovascular en las mujeres. Estos avances indican que nos estamos encaminando hacia la implementación más sólida de la perspectiva de género en la medicina. Este enfoque beneficioso no se limita únicamente al ámbito femenino, ya que también implica ventajas para los hombres.
Es importante destacar que existen muchos casos de hombres que han sido subdiagnosticados en patologías tradicionalmente consideradas como femeninas. La incorporación efectiva de la perspectiva de género en la investigación y la práctica médica tiene el potencial de ofrecer una atención de salud más precisa y equitativa para ambos sexos.
Equipo Psiquiatras Online