¿Te suena está conversación?
Diego, límpiate los dientes
¿Por qué?
Porque ya es hora de dormir. Ahora vete a limpiarte los dientes.
¿Por qué?
Porque mañana hay clases
¿Por qué?
…
Entonces puede continuar para siempre, ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿Qué terminan haciendo los padres agotados? Esas son las cuatro palabras que cada uno de nosotros ha escuchado o dicho.
¡Porque yo tengo la última palabra!
Esta respuesta es válida y parece inofensiva, pero cuando examina por qué su hijo o hija le hace tantas preguntas, puede cambiar de opinión. Especialmente si quieres que crezca con las dos cualidades más importantes que se necesitan para desarrollar el pensamiento crítico: curiosidad y resolución de problemas.
Las razones
Los niños y niñas que hacen preguntas es parte del crecimiento de su cerebro. Evolución del cerebro infantil al cerebro adulto. Están constantemente buscando información para crear un mecanismo eficiente para el desarrollo cognitivo. Este proceso cambia su estado de conocimiento, permitiéndoles aprender a resolver efectivamente un problema dado.
La comprensible respuesta – producto del agotamiento – “porque yo lo digo”, puede hacer que dejen de hacer preguntas, por lo que desaconsejamos esta parte tan importante de su desarrollo cognitivo. Su curiosidad, otro componente importante del pensamiento autónomo, también se desvanece.
Si bloqueamos el “por qué” de un niño o una niña con las habituales respuestas de cuatro palabras, obsoletas pero efectivas, su curiosidad solo llegará a dos niveles. Se necesitan muchas más capas de profundidad para desarrollar una persona que pueda pensar de forma independiente, ser resistente, perseverar y estar libre de dependencias emocionales. Son necesarios para resolver problemas, enfrentar desafíos y fomentar la innovación. Respondiendo “porque yo lo digo”, estamos logrando que dejen de preguntarnos. Además de desactivarnos como una fuente de información confiable e interesante.
No podemos pretender que nuestros niños y niñas desarrollen al máximo sus capacidades si limitamos su curiosidad. Y su mejor herramienta para hacerlo se sabe ¿por qué?
De hecho, hay una mejor manera de responder a su pregunta repetida, y ha sido probada por evidencia científica. Un método que además les ayuda a consolidar sus conocimientos.
La próxima vez que digamos “Bebé, cepíllate los dientes”
Y respóndenos con el famoso “por qué”, respondamos “ah, dime tú”
Si quieres conocer más sobre esto y tienes problemas para lidiar con ello, no dudes en pedir hora con nosotros, te podemos ayudar para evaluar, analizar o conversar. Seguro aclararás más las ideas. Escríbenos ahora.
Equipo Psiquiatras Online