Las madres con trastornos de la alimentación a menudo le temen a la comida, aunque sabemos cuán importantes son las comidas familiares para la crianza de los hijos. Varias madres informaron que aunque comían, vomitaban después de comer porque se sentían culpables después de comer, y en la mayoría de los casos en grandes cantidades (signo de bulimia).
Otras madres dijeron que estaban demasiado cansadas para participar en la vida diaria de sus hijos. A veces solo pueden decir palabras monosilábicas como “sí”, “no” y “buenas noches”.
Otros síntomas de la anorexia incluyen una imagen corporal distorsionada, patrones de pensamiento y sentimientos perturbadores y sentirse inadecuado. Muchas madres están satisfechas con la forma en que mantienen su apariencia y llevan una vida aparentemente normal. De lo contrario, su doble vida puede ser estresante y exigente.
Las dificultades para comer debido a dietas extremas, comer en exceso y vómitos autoinducidos a menudo permanecen debajo de la superficie. Se necesita mucha fuerza para mantener su apariencia, incluso en casa.
El tratamiento puede ser más efectivo una vez que se identifica la causa de un trastorno alimentario.
Modo de tratar el problema de alimentación en las madres
Se sabe que solo el 30% de las personas con anorexia y menos del 6% de las personas con bulimia reciben tratamiento. Las mujeres que luchan contra los trastornos alimentarios no están motivadas para buscar psicoterapia. Además, la culpa y la vergüenza pueden impedir que las mamás busquen ayuda para sus problemas de alimentación.
Si bien las dificultades asociadas con la alimentación son principalmente vergüenza y culpa, creo que muchas mujeres quieren poder hablar sobre sus problemas. Crear conciencia y mejorar la atención puede reducir el estigma e inspirar a más mujeres a buscar ayuda.
La mayoría de los trastornos alimentarios se caracterizan por un enfoque excesivo en el peso, la forma del cuerpo y la comida, lo que lleva a conductas alimentarias de riesgo. Estos comportamientos pueden tener un gran impacto en la capacidad del cuerpo para recibir los nutrientes adecuados. Los trastornos alimentarios pueden dañar el corazón, el aparato digestivo, los huesos, los dientes y la boca, y provocar otras enfermedades.
Estos trastornos suelen aparecer en la adolescencia y la edad adulta temprana, aunque pueden aparecer en otras edades. Con tratamiento, puede restaurar hábitos alimenticios más saludables y, en ocasiones, revertir complicaciones graves causadas por trastornos alimentarios.
Equipo Psiquiatras Online