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Qué es y cómo afecta el estrés de minoría

Todo el mundo hoy en día está familiarizado con la palabra estrés. A pesar de su notoriedad, la respuesta al estrés es necesaria para nuestra supervivencia. Es por ello que estamos alerta ante posibles peligros y reaccionamos para mantenernos a salvo. Sin embargo, cuando esta respuesta persiste en el tiempo sin calmarse nunca, puede tener efectos devastadores para la salud.

Las personas que pertenecen al colectivo LGTBIQ+ parten en desventaja frente al resto de la sociedad. La discriminación que a menudo experimentan en muchas áreas de sus vidas los hace sentir un estrés constante y elevado de manera crónica. Es por eso que se desarrolló un concepto específico para discutir las respuestas de estrés en esta población.

Ian Meyer, un escritor innovador, decidió hablar sobre el impacto psicológico de la discriminación en las personas pertenecientes a minorías sexuales. Observó que estas personas sufrían mucho por el rechazo, los prejuicios y la falta de derechos en comparación con los demás. Meyer propuso su modelo teórico en 2003 con el objetivo de identificar aquellos estresores que más contribuían al malestar psicológico de estos individuos. Esto nos permite entender la realidad de su dolor de una manera más concreta, ya que se trata de estresores específicos que no tienen ningún efecto sobre otras personas.

Experiencias estresantes relacionadas con el estrés de las minorías

Meyer identificó algunas experiencias estresantes comunes a la mayoría de las personas del colectivo LGTBIQ+. Vamos a verlos.

Discriminación

Las personas que pertenecen a minorías sexuales suelen estar familiarizadas con la discriminación. Se sienten rechazados por los demás, ya sean colegas, amigos o incluso sus propios familiares. Esto crea un dolor intenso asociado con emociones como la culpa o la vergüenza.

Expectativas negativas

Dada la discriminación que a menudo experimentan en una variedad de entornos, los de este grupo a menudo terminan con percepciones negativas de las relaciones y una clara expectativa de rechazo. Esto les dificulta involucrarse al 100% en cualquier tipo de relación porque temen que el rechazo que vivieron antes se repita. El entorno se presenta como amenazante, poco fiable e incluso aterrador.

Circunstancias ocultas

Las personas en el colectivo están acostumbradas a esconderse, ocultar quiénes son realmente, por temor a lo que sucederá si se revelan. Su experiencia de ser discriminados les dice que lo más seguro es mostrar al mundo exterior una máscara que cumpla con sus expectativas. No hace falta decir que una vida basada en la represión y el miedo no puede ser feliz ni satisfactoria.

Homofobia interna

Cuando quienes los rodean, incluidos sus propios familiares, muestran repulsión hacia esta persona, internalizan ese odio como propio. Conocida como homofobia interna, esta experiencia puede llevar a que un individuo no acepte quién es y muestre una relación muy negativa consigo mismo. La homofobia internalizada puede ser tan fuerte que lleva a las personas a odiar al colectivo LGTBIQ+ porque ven en él todo lo relacionado con el rechazo. También puede limitar decisiones serias, como probar pseudo-curas para cambiar su sexualidad.

Incertidumbre, ambivalencia e impotencia aprendida

Las personas que pertenecen a minorías sexuales pueden mostrar una marcada ambivalencia, dudas perpetuas sobre mostrar sus verdaderos colores. No importa lo que hagan, sienten que están fallando. Si están expuestos sin usar una máscara, corren el riesgo de ser rechazados. En cambio, si eligen esconderse, viven una vida basada en el miedo y la represión. Por ello, se desarrolla una indefensión aprendida que les hace sentirse vulnerables e incapaces de controlar lo que ocurre a su alrededor.

Equipo Psiquiatras Online


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