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¿Qué es el trastorno por estrés post traumático?

 

 

También conocido como TEPT, es un cuadro que presentan algunas personas después de vivir o presenciar alguna experiencia traumática donde generalmente hay muerte o daños a la integridad física del individuo

 

Hay diferentes situaciones que pueden producir traumas. En orden decreciente encontramos la guerra, ser víctima de violencia personal -ya sea agresión física, sexual o asaltos con violencia- secuestros o ser rehén, ataques terroristas, ser torturado y estar en campos de concentración.

Luego vienen los traumas relacionados con la naturaleza: sobrevivir a desastres naturales como terremotos, erupciones volcánicas e inundaciones. Sobrevivir a desastres provocados por el hombre: incendios intencionales, desastres nucleares, explosiones, tener o presenciar un accidente de medios de transporte y por último recibir el diagnóstico de una enfermedad terminal.

Los síntomas pueden aparecer de inmediato o después de un tiempo. Pero para hablar de trastorno por estrés post traumático deben tener una duración de más de un mes.

Se reagrupan en:

  • Conductas de reexperimentación del trauma: la persona puede presentar recuerdos recurrentes e intrusos que provocan malestar e incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Esto puede ocurrir en el sueño, donde recuerda el evento como pesadillas, o despierto donde el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo nuevamente. También puede ocurrir que la persona presente mucho malestar o respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático. Por ejemplo, frente a un olor característico, un ruido fuerte o una palabra.

 

  • Conductas de evitación: el paciente evita estímulos asociados al trauma. Por ejemplo, evitar pensar, sentir o conversar sobre el suceso traumático. También evitan actividades, lugares o personas que les recuerden el evento traumático. Puede existir incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma.

 

  • Hiperactivación: dificultad para conciliar o mantener el sueño. El sujeto puede estar muy irritable o tener ataques de ira sin motivación aparente. Además, puede presentar dificultades para concentrarse, responder a estímulos de forma exagerada y con sobresaltos.
  • Cambios en el estado de ánimo y personalidad: la persona presenta reducción del interés por participar en actividades que antes eran importantes para él /ella. Se siente desapegad@ frente a los demás. Se asocia a síntomas depresivos y suelen sentirse desesperanzad@s.

Si una persona sufre un trauma grave lo mejor es consultar prontamente e intentar hablar del suceso traumático para que pueda integrarlo, evitando síntomas posteriores.

Dra. Mariana Nuño

Equipo Psiquiatras Online


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