Los roles y estereotipos de género afectan tanto a hombres como a mujeres desde una edad temprana, pero son ellos los que se ven más afectados durante el crecimiento. La educación en el hogar es fundamental para hacer los cambios que queremos.
La igualdad de género es una meta que aún tenemos pendiente en este país. El machismo y los estereotipos de género en la sociedad son una de las principales razones por las que las mujeres siguen enfrentando cada día un trato desigual: ganan 506 soles menos que los hombres haciendo el mismo trabajo al mismo tiempo, y son las principales víctimas del acoso callejero y la violencia familiar. , según el INEI.
Si bien se ha avanzado, tanto a nivel de representación política, con más mujeres en puestos de liderazgo, como a nivel social, con manifestaciones contra la violencia de género como Ni Una Menos, aún queda mucho trabajo por hacer en materia educativa, no solo en las escuelas Lo que se enseña, además de lo que se aprende y practica en casa.
Compartir el trabajo doméstico
Todavía existen pensamientos y roles de género que buscan relacionar a las mujeres con el cuidado de los niños y la familia, enfatizando solo “su lado materno” e ignorando sus diferentes capacidades y potencialidades.
Las estadísticas hablan por sí solas: Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), las mujeres en nuestro país dedican 23 horas semanales más que los hombres al trabajo doméstico no remunerado, que incluye el cuidado de niños o ancianos. Esto les impide dedicar tiempo a la educación, el trabajo o las actividades de ocio.
Reforzar la confianza y el empoderamiento de las niñas
Los estereotipos de género y el machismo a menudo se reproducen en las familias, a veces sin conciencia, y se transmiten de una generación a la siguiente. Así que vale la pena revisar cómo te diriges a las mujeres y cómo tratas a las niñas en casa.
Educar a los niños en igualdad de género
Naciones Unidas menciona que los niños y jóvenes están más dispuestos que los adultos a hablar y cuestionar las normas de género. Los niños y los hombres son aliados vitales para lograr la igualdad. En este sentido, es crucial desarrollar una masculinidad saludable que les permita aceptar sus emociones en lugar de encadenarlas en roles.
Debemos evitar duplicar expresiones como “los hombres no lloran” o “sé un hombre” porque están asociadas con las nociones tradicionales de masculinidad, es decir, reprimir las emociones y lo que debe hacer un hombre frente a lo que debe hacer una mujer. ser. .
En cambio, debemos trabajar desde casa para fomentar una nueva masculinidad saludable que abarque las emociones y valore la sensibilidad, el cariño y otras cualidades que la sociedad limita con demasiada frecuencia a las mujeres. Permite que los niños se expresen, sientan y jueguen libremente.
Las niñas, adolescentes y mujeres merecen vivir en una nación de igualdad de derechos y oportunidades, hacerlo realidad es tarea de todos. Crecemos en igualdad y mejoramos como sociedad. Mujeres de Cambio es un movimiento organizado por el RPP.
Equipo Psiquiatras Online