El efecto placebo es algo realmente sorprendente. Si esperamos que las píldoras inertes funcionen (a veces incluso cuando sabemos que son placebos), las píldoras inertes pueden hacer de todo, desde aliviar el dolor hasta reducir los síntomas de la depresión. Pero este efecto también ocurre en entornos no médicos: por ejemplo, los investigadores han descubierto que los tratamientos con placebo pueden mejorar la creatividad e incluso mejorar el rendimiento cognitivo.
Se han hecho diversos estudios
Investigaciones anteriores han encontrado que los placebos pueden aumentar el rendimiento deportivo y mejorar la función motora en condiciones como el Parkinson. Una teoría es que después de que se les dice que un fármaco o suplemento mejorará sus habilidades motoras, las personas desarrollan expectativas positivas sobre su desempeño y que estas expectativas conducen a un mejor control “de arriba hacia abajo” del movimiento, mejorando así la salud. Planifican y predicen resultados. Por ejemplo, acciones. Estos son elementos clave del movimiento dirigido a un objetivo: el tipo de movimiento con un propósito que a menudo usamos para lograr objetivos, como alcanzar la taza que está en la mesa frente a nosotros.
En el nuevo estudio, Mirta Fiorio de la Universidad de Verona y sus colegas examinaron si los placebos eran efectivos para afectar el movimiento dirigido a un objetivo. El equipo reclutó a 24 participantes a quienes se les dijo que el objetivo del estudio era investigar si la estimulación eléctrica proporcionada por una máquina TENS podría mejorar el rendimiento deportivo. Aprendieron que en dos sesiones separadas recibirían estímulos de diferentes frecuencias y realizarían una tarea motora.
El descubrimiento
El equipo descubrió que los participantes movían el bolígrafo desde el cuadrado de inicio hasta el rectángulo de destino más rápido en la condición de placebo en comparación con la condición de control. Esto es cierto sin importar cuán difícil sea la prueba, dependiendo de qué tan lejos tengan que moverse y el tamaño del objetivo.
Además, en la condición de placebo, las personas fueron más rápidas después de la segunda estimulación eléctrica que de la primera, lo que sugiere que una “dosis” más alta de placebo produciría resultados más fuertes.
Los participantes completaron encuestas que mostraban que esperaban desempeñarse mejor en una tarea después de recibir un estímulo placebo en comparación con un estímulo de control, lo que sugiere que el tratamiento con placebo aumentó las expectativas de las personas sobre su propio desempeño. Posteriormente, sintieron que lo hicieron mejor y estaban menos fatigados bajo la condición de placebo.
Entonces, en general, cuando a los participantes se les hizo esperar que la estimulación eléctrica mejoraría sus habilidades motoras, en realidad realizaron movimientos dirigidos a objetivos más rápido. Esta mejora en realidad no fue causada por la estimulación, ya que fue la misma en ambos casos.
Lo que sucede
¿Qué sucedió? Los investigadores especulan que las expectativas positivas de las personas en la condición de placebo hicieron que confiaran más en sus propias predicciones internas sobre cómo y dónde moverse, lo que significa que podían confiar más en la retroalimentación sensorial que antes de realizar una acción. rápidamente. Toma de decisiones Además, las expectativas positivas pueden hacer que presten más atención a sus cuerpos y movimientos, lo que lleva a un mejor desempeño.
Los resultados podrían tener implicaciones para la recuperación después de una lesión en una extremidad o un accidente cerebrovascular. Alentar a los pacientes a tener expectativas más positivas sobre sus habilidades motoras podría tener un impacto tangible en su recuperación, sugiere el equipo, especialmente si ya carecen de motivación. “Creemos que explotar el efecto placebo podría, en última instancia, inspirar futuras estrategias de rehabilitación a largo plazo”, concluyen.
Equipo Psiquiatras Online