Negar la muerte puede tener un alto precio. El pensador existencialista Paul Tillich dice que la ansiedad ante la muerte es fundamental e ineludible. Esto significa que muchas personas lidian a diario con el miedo a la muerte, por lo que terminan negándolo. Sin embargo, negarlo también puede quitarle vitalidad, por paradójico que parezca.
¿Por qué negamos la muerte?
Aunque no siempre en el corazón, la muerte está ahí. Para aliviar la ansiedad resultante, los humanos tienen la capacidad de construir sorprendentes mecanismos de defensa.
En su libro Negación de la muerte, el antropólogo Ernest Becker analiza algunos de los aspectos existenciales que influyen en el miedo a la muerte. Becker se inspiró en el psicólogo Ottorank, quien creía que la fuerza motriz de la vida provenía del miedo a la muerte. En su investigación sobre la muerte en la psicoterapia fenomenológico-existencial, el autor César Osorio sostiene que el miedo a la muerte es permanente y está presente en la vida, aunque la mayoría niega su existencia. Osorio señala que emprendimientos creativos como la literatura, la pintura, la escultura, los monumentos, los cementerios, las ideologías y hasta la predilección por la diversión y la obsesión por el progreso son intentos de trascender la realidad.
En este sentido, en lugar de negar la muerte, Becker insta a una aceptación estoica de las limitaciones físicas de la perdición de la humanidad. El enfoque de Becker se enfoca en manejar la muerte mediante la creación de un proyecto de inmortalidad o un conjunto de creencias que hacen que los humanos se sientan heroicos e inmortales.
Los programas de inmortalidad pueden estar vinculados a enseñanzas religiosas, donar dinero para inscribir un nombre en la pared de un museo o producir descendencia que perpetúe un apellido.
Por lo tanto, el miedo o la negación de la muerte pueden ser la motivación detrás de estos comportamientos. La muerte es impredecible, sin saber cuándo sucederá, y algunos creen que esto es lo que más aumenta el miedo, en lugar de su inevitabilidad. Sin embargo, negar los pensamientos de muerte tiene un alto precio, ya que muchas personas experimentan depresión, ansiedad, preocupación y otras emociones desagradables al tratar de suprimir todos los pensamientos de muerte.
Equipo Psiquiatras Online