Al igual que hacemos entrenamiento físico, nos dicen que caminar diariamente y comer sano son importantes para nuestra salud, por lo que también debemos saber cómo administrar nuestra atención y aplicar una serie de estrategias para mejorar nuestro enfoque. Aquí hay unas estrategias para ayudarlo a mejorar su enfoque.
Escritura a mano: con papel y bolígrafo
Normalmente solemos utilizar nuestros dispositivos electrónicos para escribir: teléfonos móviles, ordenadores, etc. Si bien es un método automático que nos permite escribir de manera “limpia”, no es la mejor manera de concentrarnos o ayudarnos a recordar. Muchos científicos han demostrado que si escribimos a mano en una hoja de papel, a nuestro cerebro le cuesta prestar atención. De esta forma, nos será más fácil recordar los datos y anotaciones que hemos escrito a mano en la página. En resumen, un mejor enfoque al escribir pensamientos equivale a apoyar nuestra memoria a largo plazo.
Mantener la presión en un nivel óptimo
¿Qué significa mantener el estrés en niveles óptimos? Una presión muy baja puede hacer que casi nos quedemos dormidos. Por el contrario, el estrés elevado puede ponernos muy nerviosos e incapaces de concentrarnos en las tareas que queremos hacer. Según la ciencia, hay una curva en forma de U invertida y representa lo que te voy a decir: en niveles óptimos de estrés, hay una tendencia clara hacia una mayor productividad en el trabajo. Sin embargo, bajo estrés bajo o alto, nuestra productividad es casi nula. Partiendo de este supuesto, debemos aprender a mantener niveles de estrés moderados.
Elige el lugar adecuado para estudiar
Un gran lugar para ayudarnos a concentrarnos es elegir un lugar de estudio libre de pensamientos que nos distraigan. Ningún teléfono móvil o cualquier dispositivo electrónico puede captar nuestra atención. De esta forma podremos centrarnos en las tareas que queremos realizar, seremos más eficientes y no habrá necesidad de invertir más tiempo del que queremos: porque nos centraremos en lo que pensamos que haríamos todo el tiempo. este asunto.
Planificar las tareas que vamos a realizar
A veces tenemos que realizar muchas tareas. Empezamos el día pensando en qué hacer por la tarde. Vamos a trabajar, no anotamos las tareas que tenemos que hacer por la tarde, salimos a cenar y después nos sentimos agobiados porque creemos que no tenemos tiempo para hacerlo todo. ¡No pasó nada! Primero, debemos aprender a priorizar y asignar. La priorización consiste en elegir las tareas más urgentes o importantes para que puedan completarse antes que el resto. Asignación en este sentido significa asignar estas tareas a diferentes días de la semana. ¿Qué tengo que hacer? Es muy sencillo: creamos un horario, asignamos tareas según dicho horario y tenemos en cuenta nuestras necesidades personales diarias (comer, correr o caminar, ver a la familia, etc.). Con un cronograma y/o un plan de tareas, es más fácil para nosotros concentrarnos: porque podemos dejar de preocuparnos por esas tareas colgantes: porque con un cronograma, sentimos que las terminaremos en el corto plazo.
Dormir el tiempo necesario
La falta de sueño o una mala higiene del sueño nos afecta negativamente: a nivel físico (dolor de espalda, lágrimas, etc.) y psíquico (ansiedad, estrés, depresión…). Por eso es importante dormir el tiempo necesario cada día para que nuestra concentración sea excelente.
Deportes
Esta estrategia funciona para mí personalmente. Voy a explicar por qué. Durante los años que estuve en contra, practicar atletismo me ayudó mucho a concentrarme y escapar de mí mismo. Pasar al menos unas horas corriendo todos los días es una excelente manera de controlar la respiración, concentrarse en cada paso de carrera y posiblemente conectarse con su entorno. Se ha demostrado científicamente que el ejercicio puede ayudarnos a mejorar nuestro enfoque. Si el atletismo no es lo tuyo, puedes encontrar este maravilloso beneficio en muchos otros deportes. De hecho, en un post anterior hablamos del yoga y de cómo aplicarlo en el aula.
Equipo Psiquiatras Online