Si pensabas que la Navidad incrementaba la tasa de suicidios, eso es un mito. A pesar de que en estas fechas se resalta más la soledad de algunas personas, la situación empeora justo después de la festividad. A pesar de lo difíciles que pueden ser las vacaciones navideñas para aquellos que viven solos o sufren de depresión, el número de personas que decide quitarse la vida durante esta temporada no aumenta, sino que disminuye. De hecho, estadísticas recientes muestran que los suicidios en Estados Unidos alcanzan su punto más bajo en noviembre y diciembre, para luego aumentar significativamente en la primavera, una tendencia similar a la que una investigación europea descubrió hace casi dos décadas.
El mes de enero es una historia diferente. Un estudio holandés reveló que la primera semana de enero es cuando se registra la mayor cantidad de suicidios, aproximadamente cinco al día. En contraste, el 25 de diciembre, el día de Navidad, presenta la mitad de intentos de suicidio en comparación con cualquier otro día del año.
¿Por qué sucede esto?
Hay algunas teorías interesantes al respecto. Por ejemplo, investigadores daneses sugieren que aquellos que tenían pensamientos suicidas a principios de diciembre posponen sus “planes” hasta después de las vacaciones navideñas.
Además de los suicidios, la mortalidad por otras causas aumenta significativamente al comienzo del año. Después de las celebraciones navideñas y en parte debido al estado de excitación que generan los festejos, los problemas de salud física y mental se agravan. Parece que el estrés de las vacaciones puede tener un impacto. Sin embargo, también hay un componente genético involucrado.
Científicos británicos han demostrado recientemente que un gen llamado ARNTL es menos activo en enero, al comienzo del invierno, y se vuelve más activo en verano. Este gen está relacionado con la regulación de la respuesta inflamatoria. En enero, cuando es menos activo, se favorece un estado de inflamación crónica que puede dar lugar a ciertas enfermedades, principalmente enfermedades cardíacas. Por lo tanto, no es sorprendente que según datos de la Universidad de California del Sur en Estados Unidos, haya un aumento significativo en los infartos y ataques cardíacos durante el primer mes del año.
Por otro lado, investigadores de la Universidad de California han identificado el 1 de enero como el día que más vidas se cobran por causas naturales, excluyendo accidentes y homicidios. En este día, se registran un 5% más de fallecimientos en comparación con cualquier otra fecha.