¿Qué unió a dos extraños? ¿Cuáles son los pilares de una relación sana? ¿Crees que tu relación es saludable y tiene una buena base? Te lo contamos a continuación.
No es lo mismo construir una casa sobre cimientos de arena que construir una casa sobre roca. En el primer caso, cualquier adversidad se derrumbará. Y en el segundo caso, podrás resistir.
¿Cuál es nuestra comprensión de las relaciones saludables?
Las parejas pasan por diferentes etapas según el tiempo que llevan juntas. Al principio, en la etapa de enamoramiento, cuando se comprende a la otra parte, también es el momento en que la tensión sexual es más fuerte.
Con el tiempo, se comparten experiencias y valores, y se crea un lenguaje y entendimiento común. Aquí es cuando empiezas a crear espacios comunes y a hacer compromisos.
Amor.
Hay muchas definiciones de amor, y muchas personas que lo definen. Porque cada uno de nosotros puede experimentarlo de manera diferente, incluso de diferentes maneras dependiendo de a quién amamos.
Podemos estar seguros de que uno de los pilares fundamentales de una relación sana es el amor. En el amor podemos encontrar dos elementos relacionados que lo hacen saludable:
Yo respeto.
El respeto en una relación se refleja en la forma en que ambos se tratan, incluso cuando no están de acuerdo o tienen una discusión.
El respeto se trata de la libertad de ser uno mismo y de ser amado por lo que eres. Porque amar no es pensar o hablar de la misma manera, sino encontrar un terreno común donde caminar juntos sin perdernos.
El amor es una construcción constante del marido y la mujer. No es algo que surgió de la nada, si no fuera por los esfuerzos del dúo para establecer un terreno común para futuros proyectos conjuntos.
En las relaciones sanas, el respeto se manifiesta de diferentes formas, como por ejemplo:
- Hable abierta y honestamente entre sí.
- Escúchense unos a otros.
- Cumplir con los acuerdos y límites pactados.
- No se griten ni se insulten unos a otros.
- Valore los sentimientos y necesidades de los demás.
- Dense espacio unos a otros.
Reciprocidad.
Para que el amor entre marido y mujer sea saludable, tiene que funcionar en ambos sentidos. Es decir, dar y recibir al mismo nivel. Amar sin pedir nada a cambio es poético pero poco realista. Cuando amamos a alguien, queremos lo que damos, se llama igualdad.
Una relación sana tiene que ser nivelada, dos personas en el mismo nivel. El conflicto ocurre cuando uno de los miembros de una pareja está en un nivel diferente en cualquier situación.
Hay que aclarar que dar y recibir al mismo nivel no significa que se deba hacer de la misma manera. Cada uno de nosotros tiene su propia manera de dar y recibir amor. Puede ser que una persona prefiera expresarlo diciendo “te amo”, mientras que otra es menos vociferante y prefiere demostrarlo con hechos concretos. Ambos son igualmente válidos.
La diferencia es muy sutil (de ahí pueden venir conflictos de pareja) porque hay que analizar si realmente no recibiste lo mismo que te dieron (o viceversa) o si no lo recibiste de la forma que esperaba lo haría, nuestras expectativas mutuas juegan un papel más importante.
Intimidad.
La intimidad entre las parejas se crea a través de conversaciones y experiencias compartidas, y nos abrimos el uno al otro con confianza. Podemos dividirlo en tres partes:
Intimidad intelectual.
La intimidad intelectual se trata de compartir creencias y valores, o al menos, estos no son contradictorios. No se trata de pensar diferente, porque la diferencia de creencias y pensamientos es la riqueza y la sinceridad de cada individuo.
Esta intimidad tiene más que ver con la compatibilidad de mentes, en fin, con el gusto y los valores. Y respeto mutuo (si lo hay) en esas diferencias.
Intimidad emocional.
Aquí podemos distinguir dos variables. Por un lado, tenemos que compartir las emociones y sentimientos que surgen de una relación sana en sí misma, es decir, el amor, el cariño, etc.
Por otro lado, somos libres de expresar las emociones, sentimientos y estados de ánimo que despertamos dentro y fuera de la pareja.
Esto es posible porque sentimos la confianza, el respeto y el apoyo de nuestros socios, y significa que la otra parte escucha y comprende activamente.
Aunque cabe señalar que esta capacidad de expresar afecto muchas veces está influenciada por nuestra familia de origen. ¿Facilitan este intercambio? Si aún no lo ha hecho, puede modificarlo y aprender cómo hacerlo.
Intimidad sexual.
Aquí obviamente nos referimos a las relaciones sexuales. Depende de la etapa en la que nos encontremos, si es a nivel de pareja o a nivel individual.
El sexo es un pilar importante para esta pareja porque es un momento de conexión y complicidad con el otro. Esto es algo que no compartes con nadie más (al menos en principio y según el acuerdo de la pareja). La llamada pasión une a dos personas y alcanza su punto máximo al comienzo de la relación.
Es tan importante como cualquier otra persona, porque si no te cuidas o buscas complacer a los demás, pueden surgir muchos conflictos.
Además de la sinceridad, la lealtad y la fidelidad también son la base para generar confianza y, aunque no son lo mismo, también están muy relacionadas.
Equipo Psiquiatras Online