El apego evitativo es un patrón emocional que hace que las personas se sientan incómodas con la cercanía afectiva. Aunque desean amar y ser amadas, también temen perder su independencia, ser lastimadas o sentirse invadidas. Por eso, cuando una relación se vuelve más íntima, en lugar de acercarse, se alejan.
Este tipo de apego suele originarse en la infancia, cuando las necesidades emocionales no fueron respondidas de forma consistente. Tal vez creciste con figuras frías, críticas o ausentes. Entonces aprendiste a no depender de nadie, a reprimir tus emociones y a resolverlo todo por tu cuenta. Esa fue tu forma de sobrevivir emocionalmente. Pero ahora, como adulto, esa estrategia te aleja del amor que en el fondo sí deseas.
Las personas con apego evitativo son encantadoras al inicio de una relación, pero cuando todo se vuelve más serio, empiezan a poner distancia. Aparecen frases como no estoy listo para una relación, necesito mi espacio, o esto es demasiado. Evita hablar de emociones, minimizar sus necesidades o rechazar muestras de afecto más profundas.
Este patrón no significa que no sientas.
Al contrario. Lo que ocurre es que el amor activa tus miedos más profundos. Temes perder el control, verte vulnerable o ser lastimado. Entonces te proteges alejándote antes de que alguien tenga la oportunidad de herirte.
Reconocer este tipo de apego es un gran paso. Si te identificas con estas conductas, no se trata de culparte, sino de comprenderte. Tu forma de vincularte tiene una historia. Y esa historia se transforma.
El primer paso es permitirte sentir sin juzgarte. Está bien tener miedo, pero no dejes que ese miedo dirija tus relaciones. Observa cuándo tiendes a alejarte y qué pensamientos aparecen en ese momento. Tal vez piensas que el otro te va a exigir demasiado, que perderás tu libertad o que el amor es una trampa.
Trabajar en tu regulación emocional te ayudará a tolerar mejor la cercanía. No necesitas cambiar de un día para otro. Solo comenzar a abrir pequeños espacios para conectar, expresar y recibir. A veces, compartir una inquietud, aceptar un gesto de afecto o quedarte un poco más en una conversación profunda ya es un avance enorme.
Buscar terapia ayuda a identificar las raíces de tu apego y a construir relaciones más seguras. Amar no tiene que doler ni ser una amenaza. Puedes aprender a vincularte desde la confianza, sin perder tu individualidad.
El amor no es perderte en el otro. Es encontrarte contigo mientras compartes con alguien que te respeta y te acepta tal como eres.
Equipo Psiquiatras Online