Suponiendo que si queremos ser felices, debemos esforzarnos por serlo, empezar a trabajar en nuestra felicidad, invertir mucho tiempo y energía, ¿no? Al menos eso es sentido común, e incluso gran parte de la literatura de autoayuda parece sugerirlo. ¡Elegir ser feliz! , nos dicen. Bueno, esto no parece tan claro.
Una encuesta reciente parece sugerir que el deseo y la “búsqueda” de la felicidad hace que nos centremos únicamente en nuestros propios sentimientos, lo que lleva a un sentimiento de desconexión y soledad que termina teniendo el efecto contrario al que pretendíamos. El segundo estudio añadió que la sensación de que el tiempo se nos escapa de las manos nos lleva a asociar la búsqueda de la felicidad con la imposibilidad, porque tendríamos que dedicarle mucho tiempo, y no lo hacemos. Esto nos hace sentir deprimidos, pensando que la felicidad que “deberíamos tener” no está disponible en absoluto. O, en otras palabras, no estamos contentos porque no dedicamos el tiempo que deberíamos dedicarle”.
La felicidad no es una meta
Ver la felicidad como una meta o el resultado de un trabajo significa que no valoramos lo que la hace. La felicidad no es una meta a alcanzar, y mucho menos un estado. Es un equilibrio que requiere nuestra atención constante a las pequeñas cosas que lo componen. Muchos de ellos ni siquiera dependerán de nosotros. Puede ser una hermosa puesta de sol, la sonrisa de un extraño o estar rodeado de personas que nos aman. Gran parte de esto tiene que ver con lo que llamamos “felicidad”.
No está empaquetado, es difícil de programar y, en muchos casos, es completamente inesperado. Pero claro, si estamos inmersos en su búsqueda, puede que no nos demos cuenta cuando estemos cerca de ella.
El autoconocimiento como camino a la felicidad
Por lo tanto, vale la pena saber quiénes somos, nuestras cualidades, nuestras habilidades, etc., porque cuando estamos satisfechos con lo que somos, esto nos llevará a una mayor felicidad en la vida.
Deja de concentrarte en lo que no tienes, lo que te falta… y dirígelo a las cosas buenas que hay dentro de ti (por ejemplo, sentido del humor, capacidad de escuchar, empatía, etc.) así como a lo que ya tienes. en tu vida Momentos, personas y cosas bonitas.
Está bien que las personas establezcan objetivos y metas específicas en nuestras vidas, pero lo que no podemos perder de vista en nuestra búsqueda de esos objetivos y metas son las cosas buenas que ya tenemos en nuestras vidas en este momento, especialmente todas las cosas que ya existe dentro de nosotros cosa.
Apreciar lo que tenemos
Para empezar a valorar lo bueno que llevamos dentro, podemos hacer el siguiente ejercicio: Todos los días antes de dormir, reflexiona sobre lo que te gusta de ti hoy. Puedes ayudarte haciéndote estas preguntas: ¿Qué es lo que me gusta de mí hoy? También es recomendable que te felicites por ello, como darte un abrazo, darte un baño relajante, dar un paseo por un lugar que te guste, etc.
Si quieres conocer más sobre este tema y tienes problemas para lidiar con ello, no dudes en pedir hora con nosotros, te podemos ayudar para evaluar, analizar o conversar. Seguro aclararás más las ideas. Escríbenos ahora.
Equipo Psiquiatras Online