• Augusto Leguía Sur 79, of. 407, Las Condes, Santiago de Chile

Consecuencias de la deshonestidad a largo plazo

Tomar posesión de la propiedad de otras personas sin tener en cuenta la reputación de uno es una falla. La capacidad de mentir, inventar historias y ser desleal a los amigos y familiares son rasgos humanos inherentes.

¿Por qué mentimos?

Desde pequeños aprendemos que mentir trae más beneficios que decir la verdad. Esto se debe a que mentir nos protege del castigo en el que incurriremos por nuestras travesuras.

Una persona convencida de su deshonestidad cree que robar un lápiz está bien si cree que podría haber robado toda la caja.

Porque funciona, mentimos.

Un niño de 7 años en adelante aprende que, sin saberlo, tiene pensamientos que nadie más conoce. Se entrena para fingir cualquier sentimiento o expresión que esté ocultando. Esto lo ayuda a fabricar excusas convincentes para sus mentiras.

Hay una serie de factores ambientales y mentales que influyen en la honestidad; un ejemplo es el aumento o disminución de las presiones ambientales.

  • Los intereses chocan.
  • Usando cosas piratas
  • El insomnio.

Las motivaciones de las personas para la honestidad y la mentira provienen de diferentes fuentes.

Al ocultar nuestras intenciones, estamos motivados por factores económicos racionales.

Deseamos considerarnos personas valiosas por una necesidad de autoestima.

Podríamos creer que no podemos obtener Cake y comerlo al mismo tiempo.

Hay un beneficio de razonamiento y racionalización en el “endulzamiento” general de ambas agendas. Esto facilita la flexibilidad, permitiendo que ambas agendas se adapten a ambas motivaciones.

Creemos que nuestra capacidad de adaptarnos mentalmente nos convierte en personas inteligentes que pueden beneficiarse mintiendo o robando.

Oscar Wilde dice que tanto el arte como la moral exigen dividir un espacio en dos mitades.

La mayor distancia psicológica entre la acción y sus consecuencias hace que las consecuencias se vuelvan más aceptables.

Las personas tienden a actuar de manera deshonesta cuando se enfrentan a objetos no monetarios como alimentos o material de oficina.

¿El cansancio como motivo?

Han aprendido que cuando están fatigados, normalmente optan por la opción menos saludable.

Sasha Fedorikhin y el profesor de Stanford Baba Shiv descubrieron que nuestra tendencia a pecar aumenta cuando la química de nuestro cerebro nos impide concentrarnos en un proceso de pensamiento lógico.

La impulsividad a menudo prevalece cuando nuestros poderes deliberativos están ocupados.

A lo largo del día, la batalla entre el impulso y la razón tiene lugar en nuestra mente.

Sentimos que nos impiden expresarnos verdaderamente cuando nos sentimos así.

Incluso los adultos necesitan dejar de lado temporalmente sus responsabilidades y simplemente dejarse llevar.

Una persona deshonesta puede identificarse por su comportamiento poco confiable.

  • Se tapan la boca.
  • Hacen hincapié en los mismos puntos y se desvían para ganar tiempo para reunir pensamientos.
  • Buscan una salida.
  • Tu lenguaje corporal y tu lenguaje no coinciden.
  • Respirar agitado.
  • Fuertemente antagónico.
  • Su movimiento nervioso revela su tensión.

Evita responder directamente a una pregunta ignorándola o cambiando de tema rápidamente. Cualquier indicación de que estás mintiendo puede estar presente.

Las personas deshonestas evitan las respuestas directas a las preguntas utilizando palabras como “honestamente”, “sinceramente”. Esto demuestra su honestidad y lealtad inquebrantable a la causa.

Una persona deshonesta típicamente exhibe estos rasgos.

 

En el fondo, sabes que no quieres que te obliguen a realizar esta acción. A pesar de esto, la compulsión aún existe y causa culpa.

Si tienes problemas con alguien que miente demasiado en casa o en el entorno, puedes pedir ayuda con nosotros.

Equipo Psiquiatras Online


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