¿Cómo tratar alguien frío? En las relaciones sociales y las interacciones con los demás, encontrar rasgos de personalidad más extremos puede ser una experiencia confusa, y muchas veces no sabemos cómo responder.
Más allá de la ilusión de que todos tienen las mismas expectativas sobre las relaciones, la realidad es que hay una gran variedad de tendencias psicológicas y algunas actitudes que muchas personas tienen hacia la vida social pueden ser confusas.
¿Qué entendemos por la personalidad fría y distante?
El concepto de “persona alienada” o “apática” no constituye en sí mismo una categoría de la psicología, sino que se utiliza en el lenguaje coloquial para referirse a un conjunto de características estudiadas en las ciencias del comportamiento.
Esto quiere decir que, entre otras cosas, no existe una única forma de actuar homogénea que pueda ser englobada por el término. A veces, el comportamiento distante de alguien puede ser un problema u obstáculo para construir una buena comunicación o una dinámica cooperativa, y otras veces no es un problema en absoluto.
Por lo tanto, una persona que tiende a mostrarse distante no necesita hacerlo por hostilidad, ya que hay otros posibles factores en juego; por ejemplo, la desconfianza no puede verse como una forma de oposición, que es a menudo el caso detrás del comportamiento.
Asimismo, lo que podría interpretarse como un comportamiento alienante puede ser en realidad un desinterés por la interacción social, o simplemente una comunicación sin un propósito claro, menos estimulante que otras tareas, como la lectura, la introspección.
Este suele ser el caso de quienes muestran una marcada tendencia introvertida a favorecer las experiencias relacionadas con la reflexión, la imaginación o el aprendizaje intelectual sobre la interacción con el mundo exterior. Participe activamente en lo que sucede en el entorno Analicemos cómo tratar con personas indiferentes y alienadas.
¿Cómo tratar a una persona fría y distante?
Estos se trata de una serie de consejo para que sepas cómo actuar al interactuar con personas frías y distantes.
No asumas que tiene un problema contigo
Las personas que actúan distantes no tienen que responder a nuestra presencia. En algunos casos, es probable que vean cualquier interacción social de esta manera como normal, incluso si les gusta otra persona.
Un claro ejemplo son las diferencias culturales asociadas a la proximidad, el espacio personal que se considera mantener en torno a cada individuo.
Considera la influencia del contexto
Desde un punto de vista psicológico, el contexto es siempre un factor relevante. Las mismas dos personas aparecen más cerca o más separadas, dependiendo no solo de dónde se encuentren, sino también de la expectativa de una determinada interacción social. Por ejemplo, no es lo mismo reunirse en una fiesta que reunirse en una tienda, con personal en una y clientes en la otra.
Para algunos es muy importante no mostrar un nivel de cercanía o familiaridad debido a lo que se espera de ellos en el lugar donde se desarrolla la interacción, quizás por miedo a cruzar ciertas líneas rojas respecto a las reglas (escritas o no) de ese lugar.
Encuentra su propia manera de crear camaradería
No importa cuán distante pueda parecer una persona, eso no significa que no haya forma de fortalecer el vínculo. Esto se hace más a través de las palabras que a través de interacciones físicas y cercanas, pero no desde un diálogo que parece un interrogatorio.
Dado que la otra persona puede ser reacia a hablar mucho al principio, bombardear la pregunta no ayudará; es mejor introducir un tema y explicar su propia perspectiva sobre algo, dejando que la otra persona intervenga a su propio ritmo.
Toma sus intervenciones como un nuevo punto de partida para crear conversación
Como la persona apática y distante no habla mucho, es mejor aprovechar sus momentos de habla para trabajar a partir de la información, hacer aportes u observaciones que lo califiquen o completen su declaración, que como si no dijera nada.
Acepta su aproximación a las relaciones personales
Una vez que está claro que la otra persona no está siendo fría porque tiene un problema contigo o con alguien más en la conversación, es mejor no comentar sobre su temperamento frío. Esto la hará sentir incómoda y, si bien al principio podría llevar a que esa persona intente actuar más cerca (para demostrar que no encaja en esa etiqueta), definitivamente tendrá una mala impresión de esa conversación y no tendrá motivos para interactuar. con nosotros.
Equipo Psiquiatras Online