¿Quién eres? Esta es una de las preguntas más complejas, porque tu identidad no surge solo de tu interior, también del mundo que te rodea. Desde que naciste, tu familia, tu cultura, tus amigos y la sociedad te han moldeado, indicándote qué es correcto, qué se espera de ti y cómo debes comportarte. Con el tiempo, muchas de estas influencias se integran tanto en ti que es difícil saber si tus decisiones, gustos y valores son tuyos o solo una respuesta a esas expectativas externas.
Esta construcción social no es negativa en sí misma. Formar parte de un grupo y adaptarte a su cultura es natural. El problema surge cuando tu identidad se convierte en un reflejo de lo que otros esperan y no de lo que sientes o deseas.
Señales de que vives según una identidad impuesta
- Tus decisiones están dominadas por el “deber” más que por el “querer”: Si haces cosas solo porque “es lo que se espera” y no porque te nace, es posible que tu vida esté guiada más por presiones externas que por tu verdadera esencia.
- Sientes que interpretas un papel: Si en tu trabajo, en tu relación o en tu vida social sientes que estás “actuando” y no siendo tú mismo, es una señal clara de que tu identidad está condicionada por expectativas externas.
- Te cuesta definir quién eres fuera de tus roles: Si te preguntas “¿Quién soy fuera de mi trabajo, mi relación o mi círculo social?” y no tienes una respuesta clara, es posible que te hayas definido más por tus etiquetas sociales que por tu verdadera esencia.
- Buscas aprobación constantemente: Si la validación externa guía tus decisiones y necesitas ser aceptado para sentirte valioso, es probable que tu identidad esté más basada en la mirada ajena que en tu propio criterio.
- El miedo al rechazo te impide ser auténtico: Si sueles ocultar tus opiniones o deseos por temor a ser criticado, es porque has aprendido que ser tú mismo es arriesgado.
Cómo reconectarte con tu verdadera identidad
- Cuestiona tus creencias: Pregúntate: “¿Esto lo creo porque lo siento, o porque me lo enseñaron?”. Identificar qué ideas vienen de ti y cuáles del entorno es el primer paso para diferenciar tu voz interna de las ajenas.
- Escucha tus deseos: A menudo, lo que deseas está oculto bajo el “deber ser”. Pregúntate: “¿Qué haría si no hubiera expectativas ni juicios?”.
- Observa tus emociones: La incomodidad, la apatía o el vacío suelen ser señales de que estás viviendo según un guion que no te pertenece.
- Atrévete a ser incómodo: Ser tú mismo significa desagradar a otros o romper con expectativas. Pero esa incomodidad es parte del proceso de recuperar tu autenticidad.
Reconocer que tu identidad está influenciada por el entorno no es motivo de culpa, y de autoconocimiento. Todos somos, en parte, una mezcla de lo que somos y de lo que aprendimos a ser. Lo importante es que esa mezcla no te robe tu autenticidad.
Si sientes que has perdido tu verdadero yo o que vives más para cumplir expectativas que para ser feliz, la terapia puede ayudarte a encontrarte. Con nuestra guía, podrás explorar quién eres más allá de lo que has aprendido a ser y construir una identidad auténtica y libre.
Equipo Psiquiatras Online