Sanford Meisner es el creador de una técnica para la enseñanza de la interpretación dramática conocida como método o técnica Meisner. Esta ruta didáctica ha revolucionado el concepto de actuación, aunque no es estrictamente una técnica nueva. Como veremos a continuación, Stanford tomó sus ideas de Konstantin Stanislavski (1863-1938), Konstantin Stanislavski (1863 -1938) fue un famoso profesor de teatro de origen ruso que sentó las primeras bases para el renacimiento. Mucho más tarde, le seguirían figuras como Meissner y Adler.
Soñar con ser actor
Sanford Meisner nació el 31 de agosto de 1905 en Greenpoint, Nueva York, hijo de judíos húngaros. Poco después del nacimiento de Sanford, la familia se mudó al Bronx, donde nació el segundo hijo de la pareja, Jacob. El hermano jugará un papel importante en la trayectoria de la vida de Sanford, como veremos a continuación.
En 1908, Sanford, de tres años, no gozaba de buena salud y sus padres decidieron mudarse temporalmente a las montañas Catskill, donde creían que el aire sería más limpio. Sin embargo, es en este espacio natural donde se desarrolla la tragedia. El pequeño Jacob, que en ese momento era un bebé, fue alimentado accidentalmente con leche sin pasteurizar, lo que provocó que contrajera tuberculosis bovina, que lo mató cuando solo tenía tres años.
En el libro citado en la introducción, Meissner recuerda dolorosamente este episodio. La muerte de su hermano dejó una profunda herida en su corazón, no solo por la pérdida en sí, sino también por la culpa de no haberlo dejado nunca. Sus propios padres, con muy dudoso juicio, alimentaron el sentimiento diciéndole que Jacob todavía estaría vivo si no fuera por él (ya que el viaje a Catskills era para mejorar la salud de Sanford).
Atormentado por la culpa, el pequeño Stanford desapareció junto con la música. A menudo se le encontraba tocando el piano familiar; incluso, años después, cuando su padre lo alejó del conservatorio donde inició sus estudios musicales y lo puso a trabajar en el negocio familiar, el joven Sanford lo hizo grabando mentalmente sobreviviendo emocionalmente a las melodías. él había aprendido.
Aún así, el verdadero sueño de Meissner era convertirse en actor. A los 19, llega la gran oportunidad: el gremio de teatro está audicionando para actores adolescentes. Sanford audicionó sin dudarlo y fue elegido para desempeñar un pequeño papel en They Know What They Want. Si hubiera dejado claro que su carrera era la de actor, lo habría dado todo a partir de esta experiencia.
Las habilidades de actuación de Meissner surgieron
De Stella Adler y, por lo tanto, de Konstantin Stanislavski, Meissner adquirió la convicción de que la imaginación es un elemento integral en la elaboración de actuaciones creíbles. Esto pasa por la supresión de los impulsos y así vivir el momento.
En una entrevista con el ex alumno de Samford, Steven Ditmyer, el director repitió la frase favorita de Meissner: «acción es acción». En otras palabras, el actor no puede fingir, porque en el momento en que finge, la actuación está ocurriendo. En cambio, para obtener la interpretación correcta, debes relacionarte con lo que estás haciendo, sumergirte en el personaje y cómo vive y siente en ese momento.
Entonces las buenas explicaciones no vienen del cerebro, sino del impulso, la parte menos racional del ser humano. Una vez que dejas de pensar «racionalmente» sobre cómo se sienten y actúan los personajes, tu interpretación está condenada al fracaso. Por otro lado, si lo dejas pasar, si esto te sucede, actúas sobre lo que realmente hiciste, dejas que la explicación suceda naturalmente y, por lo tanto, será creíble. En términos generales, esta es la base de las habilidades de actuación de Meissner.
Como hemos visto, esto es diametralmente opuesto a la afirmación de Strasberg de que el actor debe evocar su propia memoria. Al retroceder en tu memoria, estás pensando y, según Meissner, pensar destruye el rendimiento. El talento para el espectáculo de Meissner sigue siendo válido hoy en día. Sus creadores lo conciben como un programa de estudio de dos años: en el primer curso se practican herramientas a disposición de los actores y se les enseña a conectar con sus impulsos. El objetivo es que el actor o actriz pueda desarrollarse plenamente en la escena imaginada. Posteriormente, en segundo curso, se ponen en práctica estas técnicas a través de diversas interpretaciones (textos clásicos, monólogos, improvisaciones…).
La técnica de Meissner ha resultado tan efectiva que muchos actores han tomado sus lecciones, entre ellos, auténticas estrellas del cine clásico como Gregory Peck o Joanne Woodward. En un informe de 1990 sobre Sanford Meissner (ver Bibliografía), la actriz Suzanne Pleshette (1937-2008) comentó que Meissner no era el «padre» de nadie. Su enseñanza prepara a los alumnos para enfrentarse al mundo exterior y, por supuesto, todo aquel que estudia con él está bien preparado para ello.
Equipo Psiquiatras Online