Tu cerebro es un narrador experto, pero no siempre es un narrador confiable. A menudo, construye una versión de la realidad filtrada por tus creencias, emociones y experiencias pasadas. Esto significa que lo que ves, interpretas o recuerdas puede no coincidir del todo con lo que está ocurriendo.
Esta distorsión de la realidad es más común de lo que parece y suele ocurrir sin que lo notes. Tu mente, buscando protegerte o simplificar lo complejo, completa vacíos con suposiciones o exagera ciertos aspectos según tus experiencias pasadas. Con el tiempo, estas versiones modificadas de la realidad influyen en tu manera de pensar, sentir y actuar, generando conflictos, malentendidos y sufrimiento emocional.
Cómo saber si tu mente distorsiona la realidad
Las distorsiones cognitivas son trampas del pensamiento que te hacen ver el mundo de forma parcial o errónea. Algunas señales de que tu cerebro podría estar creando una versión falsa de la realidad son:
- Pensamiento catastrófico: Siempre esperas el peor resultado, incluso cuando es improbable. Vives en alerta constante ante peligros que quizás no existen.
- Lectura de mentes: Crees saber lo que otros piensan o sienten sin pruebas, interpretando miradas, silencios o palabras a tu manera.
- Etiquetas rígidas: Te defines a ti mismo o a los demás con juicios extremos como “Soy un fracaso” o “Ella es mala persona”, sin considerar otros matices.
- Filtrado negativo: Solo ves lo malo de una situación, ignorando cualquier aspecto positivo. Por ejemplo, recibes 10 elogios y una crítica, pero solo recuerdas la crítica.
- Generalización excesiva: Si algo malo sucede una vez, crees que siempre será así: “Nunca me sale bien nada” o “Todos me traicionan”.
Estas distorsiones te hacen sufrir, y dañan tus relaciones y te impiden tomar decisiones saludables.
Cómo corregir tu visión y acercarte a la realidad
El primer paso es cuestionar tus pensamientos. Cuando notes una idea negativa o extrema, pregúntate: “¿Esto es 100% cierto? ¿Qué evidencia tengo? ¿Estoy interpretando o es un hecho?”. Aprender a diferenciar hechos de opiniones es clave para ver con más claridad.
También ayuda buscar otras perspectivas. Hablar con personas de confianza o pedir opiniones te ayuda a salir de tu propia burbuja interpretativa. A veces, otros ven lo que tú no puedes ver.
Sin embargo, cambiar la forma en que tu cerebro interpreta la realidad no es sencillo, sobre todo si estas distorsiones están arraigadas desde hace años. Ahí es donde la terapia se vuelve fundamental. Con un psicólogo, puedes identificar qué distorsiones están afectando tu vida y aprender técnicas para desmontarlas. Además, podrás explorar de dónde vienen esas creencias y cómo han influido en tu manera de actuar y relacionarte.
Si sientes que tu mente te juega en contra, que tu forma de ver el mundo te hace daño o que vives atrapado en pensamientos negativos, no tienes que enfrentarlo solo. Juntos, podemos ayudarte a ver la realidad con más claridad y a recuperar el control de tu vida.
Equipo Psiquiatras Online