No hay segundas oportunidades para que causes una buena impresión. Ya sea en entrevistas de trabajo, en primeras citas con una persona especial o encuentros casuales con desconocidos, por lo general nos esforzamos por causar buena impresión.
Que hables más te ayuda a causar una buena impresión
Según un estudio realizado por la Universidad de Virginia, las personas tienden a pensar que deberían hablar sobre ser amables con alguien que acaban de conocer el 45% del tiempo. Sin embargo, los experimentos muestran que están equivocados.
Los investigadores emparejaron a personas que no conocían y les indicaron que hablaran el 30 %, 40 %, 50 %, 60 % o 70 % del tiempo. Como resultado, pudieron calcular con precisión cuánto tiempo se usó la palabra.
Sesgo de silencio y tendencia a hablar menos
La falsa creencia de que estar más callados nos hace parecer más amigables y causar una mejor impresión se llama sesgo del silencio. Este sesgo puede provenir de la creencia de que para ser empáticos necesitamos escuchar más.
No hay duda de que la escucha activa es parte de la empatía, pero para conectar emocionalmente con los demás, también necesitamos abrirnos. Los investigadores creen que una de las razones por las que las personas que hablan más nos impresionan es porque nos permite aprender más sobre ellas.
Esta apertura nos ayuda a encontrar más puntos en común, por lo que es más fácil para nosotros ponernos en su lugar. Las personas más abiertas y extrovertidas también nos permiten bajar la guardia y hacernos sentir más a gusto. También evitan los silencios incómodos que a menudo se producen con aquellos que necesitan quitarse las palabras de la boca.
Lo que dicen estudios
De hecho, los investigadores explican que cuando conocemos a alguien, especialmente si no pasamos mucho tiempo con él, generalmente solo nos formamos las primeras impresiones. Nos cuesta pensar en ello como inteligente, divertido o cínico porque la huella que nos deja tiene más que ver con los sentimientos que experimentamos en la conversación, por lo que tenemos una impresión positiva o negativa.
Por eso, si queremos causar una buena impresión y crear una conexión, es posible que tengamos que sacudirnos el sesgo de desgana y debemos esforzarnos por hablar más de lo habitual.
Por supuesto, eso no significa monopolizar la conversación. Dominar a la otra persona hasta el punto de no hablar nada no dará una buena impresión, todo lo contrario, pero si somos los que menos hablamos, debemos preocuparnos por hablar más. De esta forma, las conversaciones podrán ser más fluidas y entregaremos una imagen más abierta y positiva.
Equipo Psiquiatras Online