Un amigo con depresión es un tema que nos preocupa, porque vemos que pasa de tener un estado de ánimo determinado a uno donde poco a poco parece qué se apaga.
¿Qué podemos hacer para ayudarlo? Hay una serie de consejos que te vamos a dar para que comprendas la gravedad del asunto y tu papel como amigo.
Primero descubre si realmente es depresión
No eres un profesional experto para poderlo determinar, pero sí hay señales que podrían darte un indicio del problema.
A lo mejor notas que pierde o gana peso rápidamente, se ve apático, se ralentiza el tono vital, por ejemplo.
También puedes ver que el deprimido tenga un discurso lleno de autoreproches o que arranque a descuidar el aspecto personal. Las señales comienzan a notarse para aquel que quiere verlo.
Puedes indagar si el amigo en cuestión tiene depresión o simplemente es un bajón como lo sufrimos todos en algún momento. Le puedes preguntar si está bien, si necesita alguien que le escuche o lo que quieras, dejando la puerta abierta a una conversación.
Dile lo que sientes
Si este amigo no parece tener mejora y al contrario sigue mostrando más signos, deberías actuar, comparte tu preocupación. Intenta que se abra contigo.
Tu papel es que mantengas una buena actitud, que utilices frases de apoyo para que entienda tu disposición a ayudar, ten presente que en la depresión las personas se aíslan, entonces tu trabajo es recordarle que estás allí y que no se siga encerrando.
No cuestiones sus sentimientos
Solo la ayuda profesional puede ayudar a una persona con depresión, pero la mano amiga es esencial en estos momentos. Así que lo que diga o haga no lo puedes cuestionar.
Ya tu amigo pasa por una sensación de culpa, para que además alimentes esta emoción con tus señalamientos. Muéstrate como alguien de confianza, que no emite juicios, reformula en positivo y siendo buen oyente.
Además, seguramente son un grupo de amigos, entonces puedes coordinarte con los otros para que entre todos levanten a esa persona deprimida.
Valora esa red de apoyo, con esos amigos que sean realmente comprensivos, nada de tóxicos o personas que vengan a meter el dedo en la llaga. Juntos, pueden hacer planes sanos para avanzar.
Hagan tareas agradables, como ir de paseo, un sitio donde el ambiente sea el protagonista, vayan a la montaña, a la playa para que limpien energías. Puedes ayudar a esta persona a sentirse mejor, aunque no a sanarse totalmente.
Ahí es donde entra la terapia psicológica.
La ayuda profesional
Cuando esta persona te confiese que sí, que siente mucha tristeza, queda de tu parte ofrecerle la oportunidad de buscar ayuda profesional.
Dile que este es un problema médico que tiene cura y que la puede buscar, pueden pedir una hora con nosotros para conversar con ella y comenzar a buscar la raíz de su condición.
Nadie merece vivir con depresión, menos una persona tan querida como tu amigo, si está en tus manos ayudarlo, hazlo. Pide hora ya mismo.
Equipo Psiquiatras Online