Sentir el calor del sol en tu piel es una de las sensaciones más placenteras del mundo. En países con clima muy cálido, a veces puede resultar opresivo, pero la realidad es que lo necesitamos para sentirnos bien. Entonces, incluso si amas los días lluviosos, te sientes triste cuando el cielo está nublado.
Según un estudio de la Universidad Brigham Young (EEUU), el tiempo de presencia del sol -desde el amanecer hasta el atardecer- afecta al estado de ánimo de casi todo el mundo más que otros factores como la temperatura, la contaminación o la lluvia.
Los investigadores encontraron que los voluntarios informaron sentirse más avergonzados en los días más cortos. También concluyeron que la cantidad de luz solar tenía un mayor impacto en el estado de ánimo de las personas que la cantidad de luz absorbida.
Para el estudio, examinaron los datos meteorológicos de las estaciones meteorológicas físicas y astronómicas de la Universidad, así como los datos de contaminación de los Estados Unidos. Agencia de Protección Ambiental y a través de los Servicios de Consejería y Psicología de Brigham Young para comparar el tiempo y la salud mental de los participantes
De hecho, la luz del sol nos activa y conduce a la producción de serotonina, una de las hormonas que nos hace sentir felices. De esta forma, algunas personas afirman sentirse más tristes y deprimidas durante épocas del año como el otoño y el invierno, cuando menos horas de luz provocan cambios en los ritmos circadianos.
En algunas especies animales, el invierno provoca una disminución general de la función metabólica, lo que provoca que muchos animales entren en un estado de hibernación. Aplicado a los humanos, existe un término que designa esta profunda tristeza que se apodera de nosotros: el trastorno afectivo estacional (SAD) o “melancolía invernal”.
Otro efecto positivo de los baños de sol moderados es la mejora de la salud mental, ya que afecta los ritmos circadianos, o relojes biológicos, y los niveles de estrés mental.
El cortisol
Por un lado, cuando las células de la retina captan la luz solar, el mensaje se envía al cerebro para que secrete serotonina y cortisol. La primera es una hormona asociada con el buen humor, que te ayuda a sentirte tranquilo y concentrado. El cortisol te ayuda a mantenerte alerta. Según SleepFoundation.org, a medida que oscurece, se secreta melatonina y la temperatura corporal desciende, lo que ayuda a conciliar el sueño.
El invierno, por otro lado, se asoció con el estrés emocional, mientras que el verano mejoró la salud mental. Un estudio publicado por la Universidad Brigham Young de EE. UU. analizó el vínculo entre la salud mental y el clima. Aunque se analizaron otros factores ambientales como la contaminación y la lluvia, el único factor asociado con la salud del cerebro fue la hora del día entre el amanecer y el anochecer.
Esto puede deberse a que la vitamina D puede afectar la salud mental. Científicos de la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahan en Irán han descubierto que las personas con deficiencia de vitamina D tienen más probabilidades de sufrir enfermedades mentales.
Equipo Psiquiatras Online