Amamos a nuestros hijos y valoramos las conexiones que tenemos con ellos y el tiempo que pasamos con nuestras familias, pero llevamos vidas muy ocupadas, completamente abrumados por la tecnología y constantemente conectados con lo que sucede fuera de nuestros hogares.
Desafortunadamente, es fácil perder el contacto con nuestras relaciones más preciadas cuando estamos volviendo a otro correo electrónico, a un amigo de WhatsApp, publicando una actualización rápida en Facebook o viendo atracones en Netflix.
La buena noticia es que hay muchas maneras fáciles de restaurar esas relaciones y crear conexiones emocionales duraderas con nuestros hijos que solo requieren dejar de lado nuestros teléfonos durante unas horas cada día.
Juega con los niños
Jugar al escondite con ellos en casa, llevarlos a una carrera de caballos o hacer deporte con ellos: todas son formas divertidas de jugar con nuestros hijos a la vez que nos animan y ayudan a profundizar nuestra relación con ellos.
Preste atención a cómo se sienten.
Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar una relación saludable con sus sentimientos, escúchalos, incluso cuando lloran y tienen rabietas. Hágales saber que está ahí, abrácelos, mézalos, déjelos que se expresen. Acéptalos y sé testigo de sus emociones.
Comparte regularmente tiempo de ocio de calidad con ellos
Establece un espacio de tiempo de 15 a 60 minutos y diles que tendrás un espacio reservado solo para ellos, lejos de distracciones, teléfonos y redes sociales, y que les des toda tu atención. Incluso puede ponerle un nombre, especialmente si sus hijos son adolescentes, para que les resulte más atractivo. Evite necesitar consejos u orientación, déjese guiar por ellos.
Concéntrate en ti mismo
En lugar de usar constantemente las redes sociales, aléjese de su teléfono y pantalla durante 30 minutos al día y vuelva a conectarse consigo mismo. Intente meditar, leer una revista, dibujar, escribir una historia, hacer yoga o dar un paseo por la naturaleza. Tómese un tiempo cada día para dejar ir sus pensamientos y preocupaciones, aléjese deliberadamente de las pantallas y póngase en contacto con su verdadero yo. Esta práctica te ayudará a encontrarte a ti mismo y dedicar más tiempo y atención a tus hijos.
Mantén el contacto visual con tu hijo
Llevarlos a la escuela, trabajo, actividades y recogerlos es una rutina diaria, y no tenemos el tiempo necesario para parar, tomar aire y mirar a nuestros hijos a los ojos. Siempre que sea posible, recuerde hacer contacto visual cada vez que hable con ellos. Esto ayuda a formar un vínculo y mantenerlo en el tiempo.
Discutir los grandes problemas de la vida con ellos
¿Tu hijo de 4 años ya se pregunta de dónde vienen los bebés? ¿A su hija de 8 años le cuesta entender la muerte de su abuelo? Estas dudas son muy comunes y representan la curiosidad por los temas más complejos de la vida. La verdad es que puede parecer abrumador tratar de explicárselo a un niño, pero es necesario. Hable con su compañero e identifique las 3 cosas más importantes que su hijo debe aprender de este tema. Entonces habla con él. ¿Quieres que sepa que el sexo sucede cuando dos personas están enamoradas? Entonces, para enfatizar el hecho de que las personas que se aman tienen hijos (puede guardar los detalles de género hasta que crezcan). ¿Quieres que entiendan que incluso cuando uno muere, ellos viven en todos los que los conocieron? Luego dígales que ayuden a traerles paz y visión. Es importante que no evite estos temas ni asuma que los niños no podrán manejarlos o que no aprenderán de usted. Los niños necesitan aprender de sus padres y ser guiados en sus pasos por sus enseñanzas. Construya sobre sus propios valores y creencias, y enséñelos a partir de ellos de una manera amable y reflexiva.
Cuéntales más sobre tu vida
Los niños quieren saber cómo te sientes haciendo lo que están aprendiendo a hacer ahora. Cuéntales tantas historias de tu propia infancia y adolescencia como puedas. Tus hijos deben saber todo lo que siempre quisieron saber sobre sus abuelos, cuándo aprendiste a andar en bicicleta, de quién te enamoraste por primera vez, quién bailó contigo por primera vez, a dónde fuiste de vacaciones con tu familia, ¿Cuáles eran tus libros favoritos de niño o cómo eran tus amigos? Todos estos detalles les ayudarán a sentirse más cerca de ti y a tomar decisiones en sus propias vidas.
Si quieres conocer más sobre cómo disfrutar a tus hijos o se te hace difícil conseguirlo y tienes problemas para lidiar con ello, no dudes en pedir hora con nosotros, te podemos ayudar para evaluar, analizar o conversar. Seguro aclararás más las ideas. Escríbenos ahora.
Equipo Psiquiatras Online